La naturaleza es siempre una opción perfecta para relajarte y desconectar de las rutinas diarias y, Cantabria tiene el entorno idóneo para lograrlo pero es que además pasear por alguno de los bosques cántabros en otoño se convierte en una experiencia indescriptible. Os vamos a enumerar alguno de esos paisajes para disfrutar este otoño.
- El Bosque de Secuoyas.
Este bosque, único en nuestro país, es uno de los lugares más visitados en Cantabria y un plan perfecto para disfrutar en familia. Ubicado junto al Monte Corona, su acceso se realiza desde la carretera que une las poblaciones de Cabezón de la Sal y Comillas.
Las Secuoyas del Monte Cabezón son un «Espacio Natural Protegido», declarado Monumento Natural, e incluido en la Red de Espacios Naturales Protegidos.
- El Parque Natural de los Collados del Asón
Este maravilloso parque ubicado en Soba tiene distintos ecosistemas, desde la ribera del Asón hasta la Alta Montaña Cantábrica, entre los que destacan alisedas, robledales, hayedos, pastizales y ricos brezales. El Parque tiene además un Centro de Interpretación y múltiples rutas guiadas a lo largo de todo el año.
- Monte Hijedo.
El Monte Hijedo está ubicado en la cuenca del arroyo de Hijedo y se accede desde el pueblo de Riopanero en Valderredible.
Esta joya de nuestra región es visita obligada para los amantes de la naturaleza, no solo por su magnífico bosque, sino también por su extensión y grado de conservación, compuesto de roble albar en su mayor parte, además del Centro de Interpretación de los bosques de Cantabria.
- Habario de Pendes.
El paraje conocido como El Habario, entre las localidades de Pendes y Cabañes, en el municipio de Cillorigo de Liébana, un área de gran importancia paisajística y ecológica, que cuenta con castaños centenarios, es el entorno ideal para disfrutar la naturaleza en plena Comarca Lebaniega. Esta zona se le conoce como la Castañera de Pendes y está en pleno recorrido del Camino lebaniego, en la tercera etapa de camino.
- Monte Buciero
Bajo el frondoso corazón de este Monte se esconde el más valioso encinar cantábrico del norte peninsular, verdadera reliquia del pasado, que ha pervivido sobre suelos calizos.
Hay una ruta para descubrir este bosque que podrás disfrutar en familia y en la que podrás atravesar este magnífico bosque. Durante la ruta podrás observar el dominio de la encina pero además hay una zona cerrada y enmarañada del bosque, donde proliferan las especies trepadoras, que hacen que se asemeje a una verdadera «selva».